Micro índice:
502. LLEVARSE EL GATO AL AGUA
El éxito en una negociación es hacer creer al otro que estaba engañándose con lo que decía. Para ello sólo valen las buenas razones.
503. LO BUENO SI BREVE...
En una negociación los razonamientos que gustan son los cortos.
El buen humor hace sonreír, el gracioso se hace sufrir.
504. EL CHIVATO INVISIBLE
Cuando estés en una negociación, ten presente que si te acaloras o te turbas, si repites lo mismo, cómo te levantas o te sientas, si el tono de tu voz es áspero o blando, cómo mueves las manos sobre tu cabello y el rostro, es decir, todas tus acciones delatan lo que tienes escondido en tu mente y en tu corazón. Esto puede servirle al contrario para prever tus peticiones y elaborar las respuestas antes de conocerlas de tu boca.
505. CORAZÓN DESLENGUADO
Cuando negocies controla tus impulsos y pasiones, porque de la abundancia del corazón habla la lengua.
506. SIMPLEMENTE BUENO
En una negociación ten en cuenta que el hombre simple casi siempre es bueno.
507. PREVER EMBOSCADAS
En una negociación difícil, si el contrario es inteligente nunca se moverá en línea recta, ya que ésta es predecible. Preferirá atacar «torcido» o por un «lateral» para aprovechar el factor sorpresa. Si el empresario, por su formación académica o carácter, es muy lineal, tenderá a combatirle con estrategias cerradas. Entonces, el contrario siempre irá un paso por delante de él.
508. TEN EN CUENTA LO QUE CUENTAS
En una negociación frenar la lengua y rumiar las palabras antes de soltarlas mejora la fama ante tu opuesto y probablemente tu hacienda.
509. A TENER EN CUENTA
En una negociación si el contrario es honesto, juzga sus tonterías como razonamientos discretos.
Si hablas de más, tu silueta aparecerá en la ventana indiscreta de los demás.
510. CUIDAR LAS FORMAS
En una negociación, antes de exponer un punto de vista, elige la forma adecuada de expresarlo. Debe reunir unos mínimos requisitos estéticos. Ante todo no dejarse llevar por el torrente de ideas, ni dar voz a ningún pensamiento desproporcionado y huir de lo extravagante. Si aciertas, el momento no importa demasiado.