Micro índice:
511. MISIÓN POSIBLE
La misión del empresario es la defensa de sus astucias para enriquecerse sin robar.
512. EXPOSICIÓN CRISTALINA
En el mundo de los negocios respetar los tiempos con las personas es imprescindible. Si habláramos claro, sin rodeos y exponiendo sanamente nuestras intenciones, reduciríamos el tiempo de respuesta en más de la mitad.
513. UN PERFUME SUAVE
En las negociaciones se puede ser cercano, pero nunca vulgar.
514. A VISTA DE PÁJARO
La persona que al negociar no repara en los inconvenientes, es que no piensa pagar.
515. EN POSICIÓN DE «ASANA»
El éxito de una negociación complicada es lograr provocar una templanza que proporcione suavidad a la reunión. Para ello, hay que evitar el tono de voz alto en el torbellino de la pasión, aunque no se debe ser demasiado manso. Simplemente dejarse guiar por la propia discreción y acomodar la acción a la palabra y viceversa, con un cuidado especial para no rebasar la moderación. Cualquier exageración se aparta del propósito principal que es convencer mostrando credibilidad y seguridad en la propuesta.
La elocuencia del silencio no tiene precio.
516. EFECTOS SECUNDARIOS DE LA RISA
En una negociación, los ejecutivos que acompañan al empresario no deben hacerse los graciosos ni hablar de más. Esto molesta a las personas que no quieren perder el tiempo, que suelen ser, precisamente, las que censuran y / o desestiman.
Nunca cortes el suministro energético de un buen contacto.
517. CANAS TEÑIDAS
La adulación siempre supone el preámbulo de un interés.
518. HILAR FINO PARA «LIAR GRUESO»
Para hilar fino en una negociación hay que conocer el arte de impacientar al adversario comercial. Hay que tenerle ocupado en interpretar tu pensamiento y hacerle perder constantemente de vista el suyo propio. Para ello, primero hay que envolver las propias ideas y no endosarse las responsabilidades de las mismas; luego ser dueño de las palabras y que permanezcan hasta el final, en la duda, las verdaderas intenciones.
519. DELANTE DEL PEOR
Cuando negocies con corruptos, ten presente que las personas perversas parecen mejores cuando otras son más perversas. No pienses que no ser el peor pone a la persona en cierto rango de alabanza.