Micro índice:
74. SENTIRSE PRESO
Cuando el empresario siente que su Empresa es una prisión, es que su ambición es demasiado estrecha para su ánimo.
75. CÓDIGO GENÉTICO
El empresario, a menudo, ve en las tierras secas la posibilidad de que, cultivándolas correctamente, den buenos frutos. Por ello siempre está metido en aventuras empresariales aunque no sean muy rentables.
76. EL APLOMO DEL AFORTUNADO
Cuando se observa a un hombre que ha sido capaz de hacer una gran fortuna desde la nada, se experimenta un sentimiento de admiración mezclado con respeto y terror. La actitud, los modales, la manera de andar, todo en él atestigua esa seguridad en uno mismo que da la costumbre de haber acertado siempre en todo lo que se ha emprendido.
Aunque construyas castillos en el aire, ciméntalos en la tierra.
77. UN LENGUAJE RESTRINGIDO
La mirada del empresario rico es la de un hombre acostumbrado a sacar mucho interés a su capital. Esta mirada adquiere ciertas costumbres que la definen: movimientos furtivos y ávidos que difícilmente escapan a la vista de los presentes. Inspira la respetuosa estima de quien parece que no debe nunca nada a nadie. Es el idioma secreto que forma parte de la masonería de los ricos.
Aprende a metabolizar el éxito.
78. DEL DON DIVINO AL «DIN» MATERIAL
La vida del empresario, a veces, se convierte en puramente material. El dinero, con toda su potencia, es el único dios moderno en el que tiene fe. Entonces, los sentimientos de su vida ocuparán un lugar secundario.
79. ELEMENTOS CONTRAPUESTOS
El empresario, en contra de lo que muchas veces sus empleados consideran, suele ser un individuo contradictorio en el que una pasión o un sentimiento está por encima de los intereses generales de su Compañía. Hay que tener en cuenta que son personajes producto del enfrentamiento de su carácter con su época. Para crear Empresas, han tenido que ubicarse en un marco determinado que no siempre es el suyo propio y enfrentarse a la sociedad con sus propias dotes en un eterno juego de relaciones y en un mundo en el que todo se modifica. Es inevitable que, a veces, crean encontrar belleza y grandeza donde no las hay y se copien a sí mismos.
Déjate aconsejar por los éxitos de los demás.
80. ANÁLISIS «CUÁNTICO»
El empresario avaro no pregunta nunca «qué piensas», sino «cuánto ganas».