Opentor
conocimiento es poder

1000 claves de éxito en el mundo de la empresa


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Información editorial
Índice de contenidos
Prólogo / Introducción
Índice alfabético
Contraportada

ÍNDICE COMPLETO

Micro índice:

100 Claves básicas

100 Claves básicas para salir de la crisis

1. Los empresarios

Personalidad y carácter
Tipos de empresarios
Vida y familia
Jubilación

2. Las empresas

La gestión
Las ventas
Negociaciones
Fusiones y adquisiciones
Crisis y reestructuraciones

3. Universidades

Universidades con plena facultas

4. El factor humano

Clientes
Proveedores
Empleados
Directivos
Socios y accionistas
Integración empresarial

5. El selectivo reflex 35

Anécdotas empresariales

Hombre rico, hombre pobre


158. HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE

Alrededor de un empresario rico siempre hay muchos empresarios pobres.

159. EL PROGRESO «REAL» DE UN PAÍS

Cuando un empresario se aprovecha de su amistad con el Rey para hacer negocios, quiere decir que el país no ha progresado lo suficiente.

160. COMPRAR TU PUESTO

El empresario de la pequeña y mediana Empresa es un empleado más entre sus empleados. Esta condición cambia cuando puede llegar a pagar bien a un empleado para dejar de serlo él. Entonces, su Compañía ya comenzará a ser grande.

161. EN DEFENSA PROPIA

Para algunos empresarios de pequeñas capitales, la «gran capital» significa un modo de vida, una moda, un lenguaje de marcada diferencia, casi exótico. La «gran ciudad» tiene para ellos una estructura de contraste entre la sordidez y la brillantez. Cuando su Empresa crece y el empresario se instala con su negocio en la «gran capital», además del interés económico suele desembarcar con un espíritu de revanchismo. Establece un duelo contra los proveedores a los que trata con frialdad y, si puede, los engaña. Además, en las pequeñas capitales y pueblos, la vida es más apacible y se es más consecuente con los sentimientos que inspiran las sensaciones. Actuar así con los proveedores es para ellos una fuente de satisfacción íntima, porque piensan que provocan la admiración de las águilas de las finanzas de la «gran capital».

162. DETECTOR DE TRUHANES

El empresario corrupto tiene la creencia de cre que uno es considerado fuerte sólo cuando acierta. Para él, acertar significa sopesar cada mañana a quién puede robarle «la bolsa», saber colocarse políticamente por encima de todo lo que sucede, no creer en nada, ni en los sentimientos ni en los hombres, ni siquiera en los acontecimientos, pues su mundo es capaz de producir falsos acontecimientos. En definitiva, no admira nada, ni el arte, ni los actos nobles y tiene como único objetivo el interés personal. El problema es reconocerlo, porque es un perro viejo que, si no nos conoce, se oculta tras la máscara de un hombre elegante y fino.

Audacia para descifrar los disfraces.

Elegir, siempre significa dejar algo.

163. FEOS TROFEOS

El empresario falso cree que la honra es una imposición vana y absurda, a menudo obtenida sin méritos.