Micro índice:
14. GASTAR SIN DESGASTAR
El empresario debe ser liberal con sus bienes para no terminar siendo un avaro. Su disfrute debe estar en saber gastar bien sus riquezas y no en poseerlas.
15. FIFTY-FIFTY
El empresario debe ser una mezcla de pasiones progresistas y costumbres conservadoras.
El arte de negociar debe mostrarse natural y sin conservantes.
16. BRILLANTE TIMIDEZ
La timidez de una persona no tiene por qué ocultar su inteligencia en público.
17. PRIMERA PERSONA DEL SINGULAR
Estar en el mando significa, la mayoría de las veces, estar solo, ya que el mando no permite intimidades.
18. TÚ MISMO
El hombre honrado consigo mismo nunca es falso con nadie.
19. EL GUÍA DE LA MEDINA
Un empresario que conoce bien su entorno, estará mejor preparado para gestionar con prudencia su Compañía sin dejar de ser firme ni valiente.
20. UN BUEN «ANSIOLÍTICO»
El empresario, por instinto natural y por definición, es apasionado; lo quiere todo y, a veces, hasta con violencia. Suele dar rienda suelta a su ansiedad, sin tener en cuenta que esta es un mal efecto de nuestra cultura. Sin embargo, con la experiencia suele llegar a cierto sosiego, fruto de haber conseguido un mayor sentido de la realidad y una mayor tolerancia a la frustración.
Aprender siempre es bueno para ser mejor.
21. SENTIDO OBLIGATORIO
Al empresario no le queda más remedio que ser algo temerario y atrevido, nunca tímido y cobarde.
22. LA FRIALDAD DEL CÁLCULO
El empresario deberá examinar sus errores sin cólera, con la mirada del socorrista que pone orden en el caos .
23. PROPORCIONAR SALIDAS HONROSAS
Hay que aprender de la escuela de la vida a ser humilde y generoso con los perdedores.
El dinero es bueno para olvidarte de él.
24. PROPIEDAD PRIVADA
El empresario no debe dejarse influir por los éxitos de otros. Ha de pensar que cada uno tiene su pequeña parcela en el mercado y, grande o pequeña, lo importante es mantenerla y vivir de ella. Hay que llegar a la conclusión de que el león puede comerse al ratón pero nunca al revés. Sin embargo, el ratón puede meterse por huecos en los que el león ni lo intenta porque no le cabría ni una pata.