Micro índice:
134. SU BIOGRAFÍA
El empresario tiene que estar reflexionando, constantemente, sobre su pasado y conocer rápido que, con el paso del tiempo, se ve con otros ojos lo que ocurrió en aquel entonces. Esta nueva perspectiva le hace descubrir la relación que existía entre lo acontecido y las consecuencias que se derivaron de ello. Pronto se dará cuenta de que el auténtico entendimiento de la vida no lo ha desarrollado hasta tarde y ocurre bajo la reflexión de los recuerdos, más que sobre el presente. A lo largo de su vida sentirá que los acontecimientos cercanos parecen tener sólo una relación superficial con los lejanos pero, si extiende su vista a los múltiples avatares empresariales en los que se ha metido, llegará a la conclusión de que el pasado está encadenado al futuro y que así se compone la historia de su vida empresarial.
135. LA VISTA SIEMPRE EN EL HORIZONTE
El oficio de empresario es un nunca para r. Obliga a andar de «arriba a abajo» observándolo todo; un negocio envía a otro y nunca parece bastante. El empresario se pasa la vida aprendiendo sobre esta arquitectura peregrina en la que se sustenta el mundo empresarial. En todas partes tiene que luchar con dificultades distintas y esto agudiza su espíritu y le lleva a nuevos proyectos donde encuentra nuevas experiencias provechosas para aumentar sus conocimientos, multiplicar su dinero y enriquecer a su Empresa y a su país.
136. TAREA OCULTA
El empresario, para acometer con éxito sus proyectos empresariales, le es imprescindible tener una fe profunda en el dominio del hombre sobre su destino. Para ello, tiene que poner todo su esfuerzo en sostener y proteger su inteligencia y su tendencia natural a querer saber cómo tienen lugar las cosas y de qué modo se encuentran vinculadas unas con otras por la causa-efecto. Nada es tan imprescindible para él como la comprensión de las actividades de la naturaleza humana y el conocimiento de los medios de los que el hombre se sirve para alcanzar sus fines, con el objetivo de escoger los más convenientes —según el momento y las circunstancias — para lograr los suyos. Por esto ha de tener siempre presente que el entusiasmo sin la inteligencia es una cosa inútil y peligrosa.
137. EL TIEMPO ES ORO
El empresario no está para perder el tiempo. Su urgencia en ganarlo es la que le obliga a concentrarse sólo en aquello que le parece importante, en aquello que le merece la pena ser resuelto.
138. SIEMPRE POR LAS NUBES
Los empresarios son como astrólogos, siempre mirando hacia arriba, recorriendo con la vista la inmensidad, estudiando las influencias del entorno, las virtudes, las fuerzas y los efectos. Para ellos la altura es el futuro y la tierra el pasado.