Micro índice:
144. AUTÉNTICOS DEPREDADORES
A lo largo de mi vida empresarial me he cruzado varias veces con empresarios que sólo buscan hacerse con Empresas que están en vías de declararse en quiebra o en suspensión de pagos. Son muy parecidos en sus estrategias, por lo que se conoce a uno y ya se conoce al resto. Llevan grabado en el rostro la casta a la que pertenecen, la clase de pájaros que son. Lo que dicen por su boca nunca es lo que sienten en el corazón. Para lograr sus objetivos, ponen en marcha todo un dispositivo táctico de frías realizaciones con el fin de poner a salvo el valor comercial de la Compañía, sin que la liquidación de bienes les cueste un céntimo. Evidentemente, actúan así para resguardar su propia fortuna, cuyo alcance seguro hasta sus colaboradores más cercanos desconocen. Para ellos, lo más importante es la posesión del dinero y son hombres muy avaros. Hay que tener en cuenta que la avaricia es una fuerza oculta que gobierna los intereses de la sociedad, capaz de modificar el comportamiento de las personas y de actuar de forma determinante sobre el entorno en el que está integrada. Estos empresarios casi siempre logran vencer, porque son astutos y hábiles en los negocios. Tienen voluntad para dominar y poseen el conocimiento del mundo. Su fuerza e intereses chocan con la pureza, ingenuidad, generosidad, sumisión e inocencia de la mayoría de las personas. Son hombres solitarios en el fondo, inseguros de su identidad. El empresario arruinado que termina poniendo su Empresa en las garras de estos depredadores ha podido vivir pródigamente, pero estos viven mezquinamente.
Perro ladrador poco emprendedor.
El éxito del empresario pasa por poder comprar su puesto de trabajo.
145. POR LA BOCA MUERE EL PEZ
El empresario hablador y gracioso se rodea rápidamente de truhanes y cae al primer puntapié.
146. SER AGRADECIDO ES DE BIEN NACIDO
El éxito en los negocios conduce a algunos empresarios a un estado de felicidad y perfección más o menos pura, en el cual tienden a olvidarse de agradecérselo a los que les ayudaron a llegar. No son muy «bien nacidos».
147. EL JUEGO SUCIO
Algunos empresarios, amparados en el ocultismo de la ingeniería financiera, se dedican a hacer negocios fraudulentos que dañan considerablemente a la pequeña Empresa que, honestamente, se gana el pan de cada día. Suelen ser como las lagartijas, se dejan ver pero, cuando te acercas, salen corriendo y se meten por un agujero que siempre encuentras vacío. En el mundo de los negocios todos los ojos son pocos. Este sí es un juego de buenos y malos. Por eso es más importante aprender pronto las sucias jugadas que las buenas, no para acometerlas sino para preverlas.
148. ELEGANTE TIMIDEZ
El empresario tímido debe intentar ser graciosamente educado, lo que es sinónimo de ser discreto.
149. INALTERABLE SENCILLEZ
El empresario con éxito es un hombre de muchos compromisos sociales. Sin embargo, muchas veces intenta continuar viviendo con la sencillez del primer día. Para ello lo mejor es que hable con pocos, salude de paso, esquive pronto y sonría para ahorrarse hablar.