Micro índice:
660. AIRES NOCIVOS
En una Compañía, los vapores del aburrimiento y el descontento matan la vitalidad del aire. Estas circunstancias minan la capacidad de los empleados, envenenan la atmósfera y ahogan la Empresa.
661. LA HONESTIDAD NUNCA OLVIDA
El empresario honesto, que pasa por una quiebra, jamás consigue olvidar Su honestidad le ha enseñado que olvidar no es cuestión de memoria.
No es buena la compasión cuando la Empresa atraviesa una depresión.
662. EL AVE FÉNIX
La ruina es una situación esencialmente trágica para el empresario, aunque algunos se niegan a tomarla trágicamente. El cataclismo de cierre del negocio ya ha ocurrido. Entre deudas y embargos, el empresario debe empezar a construir nuevos y pequeños proyectos que le permitan nuevas y pequeñas esperanzas y, tal vez, nuevas y pequeñas Empresas de las que vivir. No es un trabajo fácil ya que no hay ante él un camino llano que le conduzca al futuro. Pero, si quiere recuperar su condición de empresario, está obligado a superar los obstáculos por muchos que sean los cielos que hayan caído sobre él.
663. LA GOTA QUE SIEMPRE QUEDA
El empresario no puede desalentarse nunca aunque esté pasando por una crisis. Tiene que pensar que no hay nada imposible para su fuerza. Y, aún cuando tuviera un día la desgracia de sucumbir, le quedará al menos el consuelo de haber combatido con todo su poder. Tiene que confiar en que la fuerza que hoy no posee podrá tenerla mañana. No ha de pensar esto para vivir más tranquilo, sino para alentarse y usar todas cuantas fuerzas le queden.
Esquivar acreedores es aumentar tu patrimonio hipotecario como persona y como empresario.
664. CUESTIONARSE EL «MEA CULPA»
En situaciones de crisis, el empresario deprimido se pregunta muchas veces: ¿cómo puedo vencer mis problemas cuando ya no tengo valor para combatirlos? Mi consejo es que tema menos confesar su debilidad que sucumbir a ella y que la fuerza que ha perdido sobre sus sentimientos la conserve sobre sus actos. Debe pensar que no hace mucho tiempo, probablemente, se creía bien seguro de no tener que sostener jamás una lucha contra la ruina; que quizás su orgullo le haya castigado pues, seguramente, antes de caer habrá sido muchas veces advertido. Sería dos veces culpable si continuase su imprudencia conociendo su debilidad.
665. LLEGAR A LA ORILLA A NADO
El empresario, ante un problema importante, debe medir con prudencia su posibilidad de aturdimiento.
Saber perder supone volver a emprender.
666. PUERTAS BLINDADAS
El empresario debe analizar los errores y aparcarlos. Si se atormenta por temor a volver a errar y no los olvida, renueva a cada instante el modo de pensar en ellos y se convierte en una víctima de sí mismo.